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Su empresa ha decidido recientemente introducir un programa de reducción de emisiones de CO2 y a usted, como gestor de flota, se le ha encomendado la tarea un tanto desalentadora de hacerlo realidad.

Su empresa ha decidido recientemente introducir un programa de reducción de emisiones de CO2 y a usted, como gestor de flota, se le ha encomendado la tarea un tanto desalentadora de hacerlo realidad.

En respuesta a sus peticiones, he aquí una estrategia probada para facilitar un poco las cosas. Basada en la visión y experiencia colectivas de los muchos directivos que la han llevado a cabo, te ofrece una hoja de ruta para el camino que tienes por delante.

  • Empezar

El primer paso es familiarizarse a fondo con los objetivos reales de su empresa para los próximos años. ¿Cuáles son los objetivos de reducción de las emisiones de carbono y cómo va a medirlos? ¿Cuántos vehículos eléctricos se han introducido ya en la flota y cuántos es probable que se introduzcan en el futuro? ¿Qué abonos de electricidad se han establecido? ¿Se ha optimizado el kilometraje, y cómo? ¿Se han previsto también otras soluciones de movilidad, como las bicicletas?
Una vez que tenga esta visión de conjunto, la planificación de su estrategia será un proceso menos complejo.
  • Comprender el contexto más amplio

A continuación, puede ser útil dar un paso atrás y observar lo que ocurre en el contexto más amplio del transporte en términos de regulación, fiscalidad e incentivos, elementos que escapan a su control. Estos elementos difieren mucho de un país a otro y de una región a otra. En los países más desarrollados (en cuanto a la transición a una economía más ecológica), ya se están introduciendo normativas para imponer la neutralidad del carbono para 2025 y restringir el uso de vehículos con motor de combustión interna, con prohibiciones de diésel y fuertes sanciones previstas. En consecuencia, los fabricantes de equipos originales en estos contextos también están siendo presionados para que reduzcan sus propias emisiones de CO2, en algunos casos hasta en un 55% para 2030, con sanciones potenciales que ascienden a miles de millones de euros. Mientras tanto, la I+D en materia de trenes motrices ecológicos está mejorando, y ya están apareciendo modelos más eficientes. En este contexto, las prácticas laborales cambiarán, recurriendo a tecnologías cada vez más complejas, y es probable que el comportamiento de los empleados también se adapte con el tiempo, a medida que arraiguen consideraciones como una mayor preocupación por el medio ambiente y un mayor deseo de eficiencia, flexibilidad y capacidad de elección, un impulso que, por supuesto, se ha visto impulsado por la pandemia.
  • Establezca una línea de base

Ahora que es plenamente consciente del objetivo de su empresa y del contexto más amplio en el que opera, es importante establecer una imagen clara de la situación actual de su empresa, de modo que pueda establecer una línea de base con la que se pueda medir claramente el progreso futuro.
Necesitará una visión detallada de la combinación de su flota actual para poder hacer una estimación teórica y una recopilación de datos históricos que le den la imagen más real posible de su nivel actual de emisiones de CO2. Por el camino, tendrás que convertir los datos históricos del NEDC al WLTP, trazar un mapa de emisiones por regiones y determinar las oportunidades de reducción realistas, en función de la madurez de tu país.

  • Compruebe qué opciones tiene a su alcance

El siguiente paso lógico es ver qué margen de maniobra tiene dentro de su configuración actual para empezar a replantearse la movilidad, teniendo en cuenta que la gestión del cambio es un proceso complejo. ¿Cuál es el comportamiento actual de los conductores y el uso de los vehículos? ¿Influirá el trabajo en casa en las necesidades de movilidad? ¿Cuál es la situación de la infraestructura en términos de carga en casa o en la oficina? ¿Es posible cambiar la cadena cinemática, de diésel o gasolina a eléctrica o híbrida? ¿Se pueden elegir modelos más eficientes? ¿Es posible limitar el tamaño de la flota, el tamaño de los vehículos o hacer la transición de parte de la flota a cadenas cinemáticas ecológicas? ¿Qué posibilidades hay de introducir programas de conducción ecológica para concienciar y ofrecer formación? ¿Debería incluirse en la política de movilidad la movilidad alternativa, como las bicicletas, el coche compartido o un presupuesto para la movilidad? ¿Y cuenta con el apoyo de RRHH para abogar por un cambio de mentalidad y comportamiento?

  • Perfile su estrategia

A la hora de formular una estrategia precisa para la situación de su empresa, puede inspirarse en la observación de escenarios alternativos basados en la madurez y los objetivos de su país. Pruebe modelos conservadores, moderados y progresistas, para ver qué resultados ofrecen. Hable con RRHH, Compras y Finanzas sobre sus expectativas y si se ajustan a sus objetivos. Y, sobre todo, identifique los principales indicadores clave de rendimiento (KPI), para poder medir su progreso desde la línea de base que identificó anteriormente. Por supuesto, sus plazos pueden variar, pero la estrategia es esencial sea cual sea el marco temporal.

  • Consiga que sus conductores se sumen a la estrategia

Para que su estrategia funcione, necesita que sus conductores estén a bordo. Esto implica un buen grado de comunicación sobre los cambios que se avecinan, respondiendo a cualquier pregunta y disipando cualquier temor. Y lo que es más importante, tendrá que educar e implicar a sus conductores en el proceso. Las sesiones de formación y las pruebas de conducción con vehículos eléctricos son esenciales para facilitar la transición. Además, hay que informarles de algunas de las ventajas de la conducción de vehículos eléctricos para incentivarlos y presentarles la oportunidad de conducir vehículos divertidos y mejores para sus niveles de estrés y para el planeta. Todo ello contribuirá a generar una mentalidad más positiva.

  • Supervisar el progreso

El último paso en este viaje de 7 pasos implica el seguimiento regular de su progreso a través de los KPI. Esto implicará la revisión de su estrategia para asegurarse de que sigue siendo relevante, proporcionando los resultados deseados, y ajustando según sea necesario (al menos anualmente). Tenga en cuenta que estamos construyendo nuevas estrategias en un momento en el que el propio mercado evoluciona rápidamente. Lo que es cierto en 2021 no lo será necesariamente en 2023, pero aún así debemos hacer el mejor uso posible de la información de que disponemos.